Si a mediados de marzo del pasado año 2020 llegó la orden del gobierno de España del confinamiento en el ámbito estatal, lo que obligó a mantener cerradas las puertas de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, y como consecuencia, ni se pudieron celebrar cultos en el interior, ni las correspondientes procesiones del mes de abril, este año 2021, aunque sin confinamiento, pero sin con estrictas medidas restrictivas y sanitarias, con el correspondiente toque de queda, nos ha vuelto a dejar sin procesiones, si bien es verdad que al menos se han podido visitar las imágenes que han estado a veneración pública en la parroquia de la Asunción durante los días principales de la Semana de Pasión (desde Martes Santo al Viernes Santo), y se han podido celebrar cuantos actos religiosos se han programado, si bien con el aforo limitado.
Ya decíamos en nuestro artículo del año pasado, que esta inédita circunstancia no se conocía desde el dramático y sanguinario episodio de los años 1936-1939 del siglo pasado, pues si es verdad que algunas hermandades tardaron en reorganizarse, en algunos casos refundarse, o que la climatología impidiera la salida penitencial, al menos las imágenes, los pasos, los titulares sagrados, los personajes secundarios de la pasión, quedaban expuestos a veneración pública a la espera de un mejor tiempo para el próximo año, a pesar del extravío y las lamentaciones.
En el caso de nuestra Cofradía, en este año 2021 y a finales de 2020, se llevaron a cabo algunas acciones caritativas, sobre todo con recogidas de alimentos, productos de higiene y ayudas determinadas mediante una campaña a favor de un niño con problemas físicos de Valdepeñas, con el objeto de facilitarle un mejor modo de vida.
Este año, la imagen de nuestro Titular, Jesús Caído, se trasladó (sin presencia pública en la calle), desde la capilla de la Virgen del Carmen hasta la parroquia de la Asunción, en donde como es sabido se venera la talla de nuestra cotitular, María Santísima de la Esperanza.
Jesús Caído, “El Señor del mediodía”, estrenó para el Triduo previo a la Semana Santa la nueva cruz de procesión y capilla, confeccionada por un acreditado escultor sevillano.
Además se presentó el cartel de hermandad de esta Semana Santa 2021 (dedicado a la Virgen de la Esperanza), y se ofreció una misa por los hermanos fallecidos, entre ellos nuestro recordado directivo Manuel Barchino Navarro (q.e.p.d.).
En el Altar de Semana Santa instalado en la parroquia de la Asunción, junto a las del resto de hermandades erigidas en la misma, se pudo ver con sobriedad y buen gusto tanto en el ornato de enseres como en el floral, acompañados en todo momento nuestros Titulares con las velas de cera natural, faroles, candelabros, el fajín del Ejército de Tierra donado por el Jefe del Ejército D. Alfonso Pardo de Santayana y Coloma (+), a los pies de la Virgen de la Esperanza, brocados tanto en el frontal como en los lugares donde fueron depositadas las imágenes, la bandera corporativa y otros detalles realizados con mucho mimo y acierto por la camarera y grupo de directivos con el hermano mayor al frente, David S. Migallón Muñoz, que también tomó parte junto a otros cofrades directivos y hermanos en los cultos que se ofrecieron desde el Jueves Santo al Sábado de Gloria.
Y llegado este momento, yo me pregunto ¿tendremos una Semana Santa normalizada cuando se celebre a mediados de abril de 2022?. Dice una máxima que “no hay que dictar sentencia antes de celebrar juicio”.
Seamos optimistas, no perdamos la esperanza, pero hay algo que me dice, que al ritmo de cómo va la campaña de vacunación, y de tantas y tantas olas, no será posible. Y ahí lo dejo.
ÁNGEL LÓPEZ SÁNCHEZ
SG Y VIC
Fotos: “El Eco de Valdepeñas 2.0”