La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído tiene firmada su acta fundacional el 6 de enero de 1916, quedando erigida canónicamente en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Camina por tanto hacia el centenario que si Dios quiere se producirá el 6 de enero del próximo 2016.
Ahondando muy someramente en los primeros pasos que dieron los fundadores de esta Cofradía, al año siguiente, en 1917, ya salió en procesión el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús Caído como puede observarse en la fotografía que ha cedido Benedicto Elola Escolano, hijo del primer presidente de esta Cofradía, Diego de Elola y Osorio. Su coste fue de 3.140 pesetas y lo realizó el imaginero valenciano José de Tena. Fue una copia exacta del que se veneraba en Murcia que realizara el gran Francisco Salzillo y Alcázar, uno de los más grandes imagineros del Barroco.
Fue portado por 24 hombres que recibieron a razón de 2 pesetas cada uno. La procesión tuvo su salida a las 9:30 horas de la mañana del Viernes Santo.
Como hemos escrito unas líneas antes, nuestra Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza cumplirá el próximo año el primer centenario de su fundación. Será un buen momento para conmemorarlo con algún acto de relieve, de cierto calado, de especial importancia, aunque en su momento las circunstancias serán las que manden. Se invita desde aquí a que se envíen sugerencias.
Se quiera o no, se trata de un siglo de existencia, que no es baladí. Toda una centuria de historia, unidad de tiempo equivalente a cien años. Todo lo acontecido durante este largo periodo de tiempo nos sirve para hacer el mejor homenaje que se puede rendir a todos aquellos que la pusieron en marcha, a los que la continuaron, a los que la recuperaron, a los que ahora la siguen haciendo grande, y como no, a los que sin lugar a dudas estarán obligados a seguir haciéndola.
Se trata de una época de gran significado para la Semana Santa de Valdepeñas, y de un profundo sentimiento para los cofrades de ayer, de hoy y de siempre, y quiero tener un especial recuerdo a los que ya no están con nosotros.
Conocido es que nuestra hoy Muy Ilustre y Real Cofradía de Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza sufrió un largo paréntesis de inactividad, prácticamente desde 1936 a 1962, es decir, que tras 20 años de pleno funcionamiento, luego se produjo un vacío de 26 años. Menos mal que aquellos jóvenes valdepeñeros de entonces evitaron que hoy estuviéramos hablando de lo que tan solo fue. Afortunadamente (me supongo que para todos), la Cofradía ocupa un lugar destacado dentro de nuestra Semana Santa.
Texto: Ángel López Sánchez (Secretario General)
Foto cedida por Benedicto Elola
