Nuestro Padre Jesús Caído “El Señor del Mediodía”, y María Santísima de la Esperanza, se hicieron presentes este pasado domingo por las calles céntricas de Valdepeñas como acto central de la conmemoración del primer centenario de la fundación de nuestra cofradía. Una procesión extraordinaria que resultó solemne y brillante, celebrándose en un contexto especial y significativo.
El reloj de la torre de la Asunción señaló las 12:00 del mediodía y el cortejo comenzó a surcar la Plaza de España que tantas generaciones pasionales y patronales tiene grabadas en sus muros.
Cruz de guía, faroles de guía, y a continuación la fidelidad de la Escuadrilla de Honores del Ejército del Aire con guión, que se desplazó desde su acuartelamiento en la base de Cuatro Vientos (Madrid), dando paso a una nutrida representación de hermandades de gloria (entre ellas la de la Virgen de Consolación, patrona de Valdepeñas), las de pasión de esta ciudad, y la de la Oración del Huerto de Ciudad Real debido al hermanamiento existente.
La bandera del centenario iba acompañada por un grupo de mujeres que portaron a Nuestro Padre Jesús Caído en la noche del traslado a la parroquia de la Asunción.
El olor a incienso anunciaba la presencia del “Señor del Mediodía”. Ornato floral en tonos rojos y morados de pasión. La túnica del centenario de color burdeos acentuaba el brillo de la mirada piadosa de Jesús Caído. Sobre su pecho, la cruz al mérito policial otorgada en el año 2002 por la Dirección General de la Policía. La escolta correspondió a la Guardia Civil y a la Guardia Real.
El estandarte daba paso al cuerpo de mantillas que vestían un numeroso grupo de mujeres que optaron en unos casos por tonos oscuros y en otros por claros. Cerrando el cuerpo de mantillas, las camareras de la Virgen de la Esperanza que lució con especial elegancia el rosario que llevaba en sus manos. A sus pies y como símbolo del hermanamiento durante 30 años con las Fuerzas Armadas, un bastón de mando y una faja de Oficial General. La hermosura de la talla que realizara hace 49 años el imaginero Faustino Sanz Herranz, quedó patente en un trono cuajado de flores blancas. La escolta la llevó a cabo el Cuerpo Nacional de Policía.
La presidencia la ostentó el párroco de la Asunción, Enrique Galán Ruedas, junto al padre trinitario, Antonino del Pino Morales.
Entre las autoridades asistentes, el General Fernando Aznar Ladrón de Guevara, representante institucional del Ejército de Tierra en las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha, el General Interventor, Juan Rodríguez Collado, el General Director del Patronatos de Huérfanos del Ejército, Julio Herrero Isla, el hermano mayor, Tomás Muñoz Salas, el Coronel Subdelegado de Defensa, Javier Jiménez Castillejo, el Comandante Militar de la provincia, Santiago Juan Fernández Ortiz Repiso, los mandos policiales locales, la Delegada provincial de la Junta de Comunidades, Carmen Teresa Olmedo, el Vicepresidente de la Diputación Provincial, Manuel Martínez López Alcorocho, los concejales del grupo municipal popular, Martín Miguel Rubio y María de los Ángeles Cidfuentes.
Los coroneles de las distintas unidades ubicadas en la Base Aérea de Albacete, el Coronel Jefe del Grupo de Seguridad del Ejército del Aire, el Coronel destinado en el Ministerio de Defensa, José María González Casado, representantes de las Unidades hermanadas y de la hermandad de veteranos del Ejército, representantes de la Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, presidente de honor, hermanos y hermanas predilectos, entre otros.
Tras dos horas de procesión, al regreso de Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza, voltearon las campanas de la parroquia de la Asunción y se realizó un saludo entre ambas imágenes, mientras la banda de tambores y cornetas del Cristo de la Columna de Daimiel “Los coloraos”, interpretó una bella pieza musical. Los elogios de la actuación de esta formación musical fueron constantes.
Durante el recorrido se observó la presencia de numeroso público que no quiso perderse esta procesión extraordinaria.
DESCUBRIMIENTO DEL AZULEJO CONMEMORATIVO
Cuando el cortejo procesional llegó a la capilla de San José, que tan vinculada está con nuestra Cofradía, se procedió al descubrimiento y bendición del azulejo conmemorativo que se está situado sobre la fachada de la citada capilla. Ambos pasos se situaron frente a la puerta de la misma, se leyó un texto por parte del secretario general, se procedió a la bendición por el cura párroco y consiliario, y se dieron vivas a Jesús Caído, a la Virgen de la Esperanza, a Valdepeñas y a España.
El vestidor de la Verónica, Francisco Fernández Fernández se encargó de instalar un altar en donde estuvo presente la citada imagen.
La fecha del 25 de septiembre de 2016 pasará sin duda a los anales de nuestra Cofradía.
El centenario continuará con la exposición conmemorativa y ciclo de conferencias de lo que se informará oportunamente.
Texto: Ángel López Sánchez (Secretario General)
