Por si fuera del interés de nuestros hermanos y hermanas, y de quienes consulten nuestra página web, reproducimos la entrevista que el periódico digital AD Valdepeñas ha mantenido con nuestro Secretario General.
Semana Santa
Ángel López Sánchez: “La Semana Santa son días para vivirlos con intensidad y muy dados a la reflexión y a la contemplación"
Con motivo de la Semana Santa nos hemos querido acercar a las distintas Hermandades y Cofradías de Valdepeñas para conocer de cerca su quehacer diario y más cuando se aproximan estas fechas. En este caso vamos a conocer a la casi centenaria Muy Ilustre y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza, de la mano de su Secretario General desde 1979, Ángel López Sánchez, quién además lleva como cofrade en la misma desde el año 1972.
Lola Gómez Moreno |01 de Abril de 2014
ENTREVISTA
¿Qué supone para vuestra cofradía los días previos a la Semana Santa?
Supone esperar el momento cumbre, cuando la hermandad se hace cofradía y si el tiempo acompaña puede salir por las calles y plazas de Valdepeñas a conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. En nuestro caso muy concreto, cuando carga con la cruz de nuestros pecados, cuando se produce la caída del Señor camino del calvario, y sale a su encuentro la Santa Mujer Verónica, y el Cirineo le ayuda a llevar el peso de la cruz, pero ante todo significa Esperanza en la vida eterna, de ahí que nuestra cotitular únicamente con su nombre ya nos trasmita el mejor de los mensajes, el de la esperanza que nunca debemos perder.
Son días ciertamente duros, porque se acumulan los preparativos, el coordinar a un buen número de personas que se encargan de que todo esté a punto. Son cuatro pasos, dos de misterio, uno de Cristo y uno de Virgen (sin palio), y es bastante laborioso hasta que todo esté previsto para las 12:00 horas del Viernes Santo. A partir de ese momento, nos encomendamos a Dios y a su Madre, y el tiempo decide si se realiza la estación de penitencia o se realiza el acto penitencial en el interior de la parroquia de la Asunción.
De todos es sabido que sois una de las más representativas de Valdepeñas, por su proyección al exterior, además de los años que lleváis, que son muchos, por la peculiaridad de estar vinculados con las Fuerzas Armadas y con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. ¿Esto supone un reto grande en vuestro quehacer diario?
Supone efectivamente un reto, por un lado estar permanentemente hermanados con las Instituciones que acabas de citar. No se trata de que les invites para la procesión de Viernes Santo. Es una labor que se desarrolla a lo largo del año haciéndonos presentes en los actos que a su vez ellos celebran, patronas, patrón como es el caso de la policía nacional, aniversarios, llegada de nuevos responsables de Unidades del Ejército de Tierra, del Aire o de la Armada y otro tipo de acontecimientos en donde puedo decirte que nuestra presencia no solamente es esperada, sino que recibimos un trato exquisito, alcanzando la palabra hermandad (vinculación, cooperación) la máxima expresión.
Son estamentos que agradecen cualquier detalle por pequeño que sea, y en una inmensa mayoría, muy religiosos. Lo que hace falta es comprenderlos y respetarlos, una norma que es válida para cualquier aspecto de la vida.
Nosotros estamos encantados de poder conmemorar el L aniversario de vinculación con el Benemérito Instituto de la Guardia Civil, el XXV aniversario de hermanamiento con el Cuerpo Nacional de Policía, y por el hecho que desde 1987, las Fuerzas Armadas ostenten la Presidencia Honorífica.
l paso de los años te permite conocer a mucha gente, y sobre todo hacer muy buenos amigos. Es cuestión de saberlo llevar y ante todo mucho respeto. Un mes antes intentamos coordinar todas las acciones de cooperación.
Vuestra procesión es igualmente una de las más esperadas, por su devoción a Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza y también por ese plus castrense que aporta la presencia de distintas unidades. ¿Qué novedades tenéis para este año?
Tenemos previsto estrenar una bandera confeccionada en Bordados Perales, que sustituirá a la actual que data de la década de los sesenta y que está bastante deteriorada.
Incorporaremos una réplica de la imagen de la Virgen del Pilar al paso de Cristo, al de Jesús con la Cruz a Cuestas, que nos ha donado la Dirección General de la Guardia Civil a través del Mando de Operaciones y que irá junto al tricornio de gala.
A la Virgen de la Esperanza se le incorpora un rosario que ha sido bendecido en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima (Portugal). Recuperamos los candelabros que llevaba el paso de Jesús Despojado de sus vestiduras y suprimimos los ciriales de madera que ha procesionado desde que se hizo el nuevo paso en el año 2008.
Se ha restaurado parcialmente la imagen de Jesús Despojado de sus Vestiduras, y se ha llevado a cabo la restauración completa de la Santa mujer Verónica, en ambos casos el trabajo lo ha realizado a plena satisfacción de la Junta de Gobierno, el hermano Enrique Pedrero Muñoz, Doctor en Bellas Artes.
Cuando termine la Semana Santa, la imagen de Jesús Caído va a estar en un lugar digno, en la capilla del Tanatorio de Los Llanos, pues entendíamos que el guardapasos en donde lleva algunos años, no solamente la deteriora, sino que no es el sitio idóneo.
Luego tenemos algunas otras modificaciones puntuales de menor tenor.
En un par de años se cumplen 100 años de la fundación de vuestra Cofradía.¿Tenéis pensado hacer algún acto destacado para conmemorar esta efemérides?
Efectivamente, conservamos el libro de actas fundacional. La fecha de la primera acta es del 6 de enero de 1916. Nos aproximamos a la conmemoración del centenario. Pretendemos hacer como bien dices Lola, pocos actos, pero bastante significativos. No nos hemos planteado estar celebrando algo todos los meses, al contrario, dos o tres muy puntuales, pero de calado.
¿Qué sentimientos llevan a quienes integráis esta Cofradía a mantenerla en lo más alto y con tanta actividad durante todo el año?
El sentimiento es elocuente, la devoción a Jesús Caído, que nos da la lección de amor más grande jamás impartida. Vemos a Jesús que nos está diciendo que no es tan grave el caerse, sino como levantarnos, y por eso necesitamos esperanza, y la encontramos en la mirada de esa mujer que pone toda su confianza en Dios.
Nos ayudan a mantener nuestro compromiso constante de superar los obstáculos que hay que sortear en esta vida.
¿Como es el día antes de la procesión de Viernes Santo?
El día anterior, el Jueves Santo, es uno de los días más fuertes, pero el trabajo es intenso en cuanto a ornamentación y montaje de pasos y se hace a lo largo de toda la Santa Semana, y hay que hacerlo con mucho esmero y con mucho cariño, y luego, pasado todo, viene igualmente el desmontaje, no obstante quiero aclarar que con los preparativos solemos comenzar un mes antes, eso sí, cuando llegan los días previos, intentamos que no cunda el nerviosismo. Hay muy buena gente en la Cofradía y todos se afanan para que salga lo mejor posible. Es de agradecer su excelente disposición.
¿Habéis incrementado el número de hermanos en los últimos años?
Al contrario, la crisis también hace mella en la nómina de hermanos. Se han perdido alrededor de 50. Ya sabemos la situación que atravesamos desde 2008, y aunque hay altas de nuevos hermanos, no llegamos a cubrir las bajas, que en algunos casos también son desgraciadamente por fallecimiento.
Esperemos que una vez la situación vuelva a la normalidad, nos permita recuperar el número de hermanos y en la medida de lo posible incrementarlo. Es uno de los objetivos que tenemos con vistas al ilusionante centenario.
¿Que mensaje darías a los creyentes en estas fiestas en las que se conmemora la pasión de Jesús?
Que cumplan con su compromiso de cristianos, que participen activamente en la Semana Santa, tanto en los actos litúrgicos y oficios que calen hondo en el corazón de creyentes, como igualmente que luego contemplen el paso de las
distintas procesiones, que los que sean cofrades y tengan túnicas que se la pongan y acompañen a sus Titulares.
Hay que concienciarse que esto es una tarea común, que haciéndolo bien, Dios nos lo premiará y María nos lo pagará con creces, pero siempre teniendo en cuenta que son días para vivirlos con intensidad y muy dados a la reflexión y a la contemplación.
